Destination Europe

sábado, 26 de febrero de 2011

Búscandote me perdí


A veces los deseos de encontrar algo o alguien que nos demuestre el error es más fácil de lo previsto, sin querer se pierde el tiempo, se pierde el rumbo, se pierden las ganas, pero lo bueno de eso; es que cuando ya estás perdidote te encuentras a tí mismo y te das cuenta que la locura no fue tan loca. Gracias por permitirme encontrar el problema que siempre me aquejó. Maldita pereza como has fastidiado en mi vida, como haz alargado futilmente mis sueños con tu compañera la desidia, pero ha llegado el momento de decirte hasta nunca maldita pereza, que mala compañera has sido con este muchacho que lo único que busca es vivir bien o bueno al menos supervivir decentemente, ya verás como poco a poco te convertirás en un mal recuerdo de lo que alguna vez significaste en mi vida. Sí porque alguna vez me abracé a tí sin dudar, sentí que eras mi única compañera pero ahora me doy cuenta que siempre me utilizaste para tus inútiles acciones, o más bien debería decir para tus inacciones.

En fin, ya me olvidé de tí y espero que ese olvido se convierta en amnesia total.

Hasta Nunca, maldita pereza....

Au revoir!

viernes, 18 de febrero de 2011

Los compromisos con la conciencia...


Tener fantasmas que afectan tu visión, esos fantasmas que recorren tu conciencia haciendo que lo pleno y lleno de luz se convierta en poco menos que poca cosa, me preocupa y es que es tan complicado descomplicarse, es tan difícil aprender a hacer las cosas de manera sencilla, siempre le hechamos la culpa al tiempo, a los compañeros, a los amigos, incluso a los desconocidos; como si ellos tienen que ver en la desidia que se planta en tu cabeza todos los días y esa lucha interna que convulsiona tu vida se torna en un verdadero hostigamiento que perturba las ganas de mejorar cada día.

martes, 15 de febrero de 2011

Los días que no son días


Algunas veces muy frecuentemente hechamos todo a la basura. Y al referirme todo es realmente todo. Hoy es un día de esos. Hoy salí de un examen que ya me tenía preocupado hasta los huesos; y todavía faltan dos. Mañana estudio, como cuando estudié para la materia Derecho Uno; o sea, que estudiaré hasta que al fin entienda la bendita contabilidad administrativa, la verdad no se de quien es la culpa, si del profesor o mía. Bueno muchas veces la culpa es de los dos, porque no hay empatía o simplemente porque al alumno, o sea, a mí no me interesa la materia. Pero lo raro es que si me interesa la materia pero no entiendo, o no quiero entender. Bueno recorrer ese tema en serio me provoca darme contra el cemento con la cabeza, ahora solo escribo para desahogar este loco cerebro lleno de tanta locura que necesita liberarse. Y si algúnos por ahí dicen que no estoy tan mal. Bueno hay quienes están peor, por ejemplo esos que ni siquiera se presentaron al exámen. En serio, esta vez no se me pasó por la cabeza hacer esa soberana estupidez. Los profesores detestan a los vagos, me incluyo, cuando fui profesor no me gustaba que mis alumnos sean vagos pero ahora que sigo siendo alumno en serio quisiera congelar todo y no tener más cosas que estudiar, leer, comer, dormir, jugar en la computadora, escuchar música, ver películas, amar una guapa mujer, solo eso... los placeres que tanto soñamos los mortales. Bueno ya no sé que escribir, pero quiero seguir haciéndolo. Escribir y describir cada cosa que atraviesa mis sentidos, como el ruido que hace el motor del ventilador que me acompaña o los sonidos guturales que evoca mi padre las noches que duerme en esta casa, esos sonidos me recuerdan que tengo a mi padre que me acompaña a sobrevivir en esta vida. Quisiera escribir sobre mis amigos y sus historias, sus miedos, sus logros, la envidia que algunos tienen por otros, o simplemente la diversión que significa estar junto a ellos y conversar de temas que para otros no son nada interesante y escribir también de esos que no son tan amigo pero que también estimo, respeto y quiero muchos esos que pasaron por la otra esquina de mi calle y me saludaron en poquísimas ocasiones, esos otros que ni siquiera me saludaron pero yo siempre recuerdo con cariño. En fin, solo quisiera eso escribir, escribir, escribir y no parar solo escribir y armar historias donde no hay historias, fantasear con los dedos y pensar que puedo escribir sin pensar, pensando que no escribo, escribiendo que no pienso, mirando cuando no veo, viendo cuando no miro.

Simplemente viviendo...