Destination Europe

domingo, 12 de julio de 2015

Faltando dos días

Muchas veces no encuentro el tiempo para escribir, ese deseo irrefrenable de callar queda olvidado en cuanto mis dedos tocan las teclas de mi computador. Contar los sonidos o incluso oir el silencio de mi alrededor son solo elementos que ayudan a seguir en esta locura diaria llamada vida.

Alejarse de las tragedias locales y acercarse a las tragicomedias extranjeras en realidad se ha convertido en un fuerte aliciente a las circunstancias que muchas veces aquejan mi actuar.

Ahora mirando en retrospectiva me lleno de alegría, he vivido tal y como lo esperaba hacer, ¡Ja! quién lo podría creer, solo 10 años atrás me encontraba en una convulsa realidad, entre la indecisión y la angustia, ahora todo está muy diáfano muy bien estructurado, en verdad esos 10 años transcurridos han servido como indicador de las buenas y malas cosas que se me han atravesado en la vida. Tantos libros leídos, canciones escuchadas y tantos amores compartidos.
Every morning...

Lágrimas, sueños, comidas, deseos, tintas de plumas, mensajes de texto, hojas de papel, inhaladores para mi asma, kilovatios/hora consumidos. En resumidas cuentas... ¡Cuanta vida!

martes, 30 de junio de 2015

Good texter

"Gone are the days when being sweet, charming, well spoken and well dressed were enough to make your dating life successful. Now you have to be a good writer too, or at least a good texter." - Ira Trivedi

lunes, 15 de junio de 2015

La anulación del individuo en la sociedad

En este caso, empezar la semana con el mal sabor de sentirte atropellado en una sociedad colectivista simplemente por cumplir lo que la lógica te indica, si llego primero me ubico en el primer lugar, si llego segundo en el segundo lugar, si llego tercero lógicamente debo ir en el tercer lugar y al pasar de los minutos de espera te das cuenta que la cola no aunmenta desde ti hacia atrás, notas por el contrario, que son las personas delante que gracias a tener un "amigo" en los primeros lugares de la cola son quienes mejor se ubican.

Haciendo una analogía y un análisis breve de esta situación tenemos muchos temas que abordar:

1. Los esfuerzos de cumplir la ley, es decir, respetar los turnos de llegada no son los más adecuados.

2. Ejercemos una falacia de "amistad" al otorgar concesiones a los individuos, pues ser "amigo" bajo ningún aspecto otorga garantías de que ese individuo haya hecho un verdadero esfuerzo por llegar a tiempo a esa cola de espera.

3. Reclamar en ese sistema si bien, significa una alerta que existe un cambio en la mentalidad de al menos unos pocos individuos que atendemos esa "cola de espera" que bien podría ser la vida; por otro lado no significa una solución en el corto o mediano plazo.

4. Cuáles son los beneficios de transmitir el mensaje de respeto a la propiedad privada, a la justicia y a los contratos (acuerdos sociales) que debemos aprender para respetar la "cola de espera" de la vida.

5. ¿Vale la pena reclamar acerca de estos atropellos?
El indiviudo, esa partícula infinitesimal en el colectivismo.

Quizás querido lector, este mensaje pudo no ser escrito, bastaba con caminar unos cuantos pasos de mi parte y encontrar un "amigo" para ganar algunos puestos de ventaja en la "cola de espera" pero finalmente no claudiqué y a pesar del atropello de ver con total indiganción  como tres personas se colaban delante de mis narices y luego de mi airado reclamo  una de estas personas argumentara que lo hacía porque todo el mundo lo hace,  pude obtener mi premio de sentarme en el bus y  logré plasmar mientras viajaba rumbo a mi trabajo estas líneas que comparto contigo.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Libertad para trabajar o Igualdad para depender

Libertad para trabajar o Igualdad para depender

Muchas veces me preguntan ¿qué es la libertad? Los debates se vuelven interminables, citas a autores, se recuerda hechos dolorosos de dictaduras pasadas. Incluso miras con condescendencia a quienes no entienden de modo sencillo aquellas ideas que normalmente entendemos como realidades en nuestro entorno. Sin embargo, siempre quedan en estos debates tareas a mi interlocutor: 1. que lea este libro u otro 2. que resuma un  artículo o panfleto relacionado a la libertad.

Todas estas acciones realmente son ideales, sin embargo, después de mucho meditar y llamar a mi ángel creativo (o demonio según dependa el tipo de creación) he llegado a la conclusión que todo lo que defiendo es la libertad para trabajar y ser independiente, un ser capacitado de moverme por el mundo con la plena posibilidad de tomar mis centavos y mandarme a cambiar desde Guayaquil a Nueva York pasando por Madrid o quizás Berlín con la plena capacidad de poder desarrollar mis potencialidades con el mismo ímpetu de cualquier habitante de estas ciudades. 

Es cierto, suena tan maravillosa esa capacidad. Nos obstante, como todo en la vida hay truco (o costos de transacción como solemos decir los economistas), la capacidad de ser libres para trabajar en el mundo depende plenamente de todas las herramientas o inversiones de capital que cada uno de los individuos ha hecho en su propio cerebro; las incontables noches de largas y profundas lecturas de libros de matemáticas, ingeniería literatura, idiomas, física, química, poesía, y así podría seguir un buen rato. Pues si, la libertad depende de un cúmulo de responsabilidades inherentes a esa libertad. 

Es importante entender que en este momento es muy difícil quedarse únicamente con los pueriles conocimientos universitarios, la realidad es que las comunicaciones han logrado convertirnos en personas que anhelamos el constante cambio y la frecuente renovación de conocimiento en muchas áreas: entretenimiento, trabajo, amor solo por nombrar algúnas.
Libertad o dependencia, al final, solo tu eliges.


Luego de entender esto, toca analizar el otro extremo hay quienes tienen, con todo el derecho del mundo; eso si, el deseo de ser igual para depender y en el mediano plazo ser esclavos. Es decir, aquellas personas que siempre hechan la culpa de los problemas a los gobiernos o a los tomadores de decisión o generadores de opinión. En pocas palabras, buscamos el igualitarismo de caracteres materiales: mismo números de posibilidades para conseguir trabajo, para obtener comida, para vestirse. De hecho ahora que lo pienso es un modo de adaptarse a las acciones que se toman en horda como recordando a nuestros primeros días de convivencia en pequeños clanes donde se repartía igualitariamente los recursos obtenidos fruto del trabajo de los cazadores-proveedores de dicho clan.

Hasta este punto se debe aclarar que si bien ese estilo de vida funcionó eficientemente durante muchos siglos, fue el desarrollo de la especialización y posteriormente el comercio entre distintos individuos especializados, que permitió en última instancia a los miembros de esta comunidad desarrollar más eficientemente las tareas a las que estaban asignados por desempeño en el clan.
 
La división del trabajo, eleva la cantidad de bienes y servicios entre individuos.
Pero realmente sirve ser libre o es mejor ser dependiente, eso lo decides tu querido lector.


Es así como, se logra en la medida de lo posible, argumentar por mi creencia: Libertad para trabajar o también en la creencia de los demás Igualdad para depender. ¿Querido lector cuál eliges tú?